Nota: Esta es una versión adaptada del cuento tradicional "Brewery of Eggshells" de Joseph Jacobs, pensada para una audiencia infantil.

En el pequeño y pintoresco pueblo de Treneglwys, se contaba la extraña historia de una casita conocida como “Twt y Cymrws”, donde un curioso suceso transformó la vida de sus habitantes. Esta leyenda nos invita a descubrir que, a veces, incluso los misterios más extraños esconden valiosas lecciones.

En Treneglwys se encontraba la humilde choza de un pastor y su esposa, conocida en el pueblo como “Twt y Cymrws” por la gran disputa que allí se desató.
La pareja tenía gemelos a quienes la madre amamantaba con ternura, llenando la casa de risas y susurros de cariño.
Un día, la mujer fue llamada a la casa de un vecino lejano, y aunque no le gustaba dejar a sus pequeños solos en la choza, partió con el corazón encogido.
Al regresar, tras haber ido tan pronto como pudo, se encontró con sus hijos en la cuna, pero pronto comenzaron a notar algo muy peculiar: los gemelos no crecían en absoluto, lo que causó desconcierto en el pueblo.

La situación pronto se volvió motivo de gran controversia entre los vecinos.
El esposo, al ver la extraña inmovilidad de los niños, exclamó con amargura: “¡No son nuestros!”.
La mujer, sorprendida y herida, replicó: “¿De quién más podrían ser entonces?”.
La disputa se extendió por todo el pueblo, y fue entonces cuando la choza recibió el nombre de “Twt y Cymrws”, recordando para siempre aquella gran controversia.

Con el corazón lleno de tristeza y desesperación, la mujer decidió buscar ayuda y acudió al sabio de Llanidloes, reconocido por conocer los secretos del destino.
En su viaje, atravesó campos y senderos, esperando encontrar respuestas que aliviaron su pesar.
Al llegar, le relató su angustia y la extraña condición de sus hijos, esperando que la sabiduría del anciano pudiera darle una solución.
El sabio, tras meditar y considerar la situación, le indicó que, durante la próxima cosecha de centeno y avena, debía preparar un experimento especial para descubrir la verdad.

Siguiendo las instrucciones del sabio, la mujer preparó la cena para los segadores usando el caparazón de un huevo de gallina.
Hirvió un sencillo potaje con la cáscara y, al terminar, salió hacia la puerta de su casa, como si ofreciera esa cena a los segadores.
Allí, de pie bajo la luz de la luna, se detuvo y escuchó con atención. Pronto, pudo oír a uno de los gemelos recitar en voz baja:
"Una bellota antes que un roble, lo sé, un huevo antes que una gallina, pero nunca escuché de una cáscara de huevo preparando una cena para los hombres de la cosecha."
El misterioso verso llenó el aire, confirmando las sospechas del sabio.

Con el corazón pesado pero convencida de la verdad, la mujer regresó a la casa.
Decidida a poner fin al extraño estancamiento, tomó a los gemelos y, siguiendo las antiguas instrucciones, los llevó hacia las aguas del Llyn.
Sin embargo, en un giro sorprendente, unos traviesos goblins vestidos con pantalones azules aparecieron y rescataron a los niños, devolviéndoselos a su madre.
Así, la gran disputa llegó a su fin, y el pueblo recuperó la paz, dejando en el recuerdo la extraña historia que enseñó que, a veces, la verdad se revela de la forma más insólita.
Post a Comment