La bella y la bestia

Nota: Esta es una versión adaptada del cuento original de La Bella y la Bestia, basado en la obra de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, pensada para una audiencia infantil.

Érase una vez, en un pequeño pueblo, un mercader muy rico que tenía tres hijas. La más joven, a la que llamaban Bella, era la más amable y hermosa de todas.

Un día, el mercader sufrió una gran pérdida y tuvo que vender todas sus pertenencias para poder pagar sus deudas. Cuando ya no le quedó nada, decidió ir a un lejano país para intentar recuperar su fortuna.

Antes de partir, Bella le pidió a su padre que le trajera un regalo de cada lugar que visitara. El mercader prometió traerle lo que quisiera.

Durante su viaje, el mercader se perdió en un bosque encantado. Al caer la noche, se refugió en un castillo misterioso. Allí, encontró un hermoso jardín con una rosa única.

De repente, una terrible bestia apareció y lo aprisionó por haber robado su rosa. Desesperado, el mercader le rogó que lo liberara y le prometió que una de sus hijas iría a vivir con él en el castillo.

Al regresar a casa, el mercader le contó a Bella lo sucedido. Sin dudarlo, Bella decidió ir al castillo para salvar a su padre. Al llegar al castillo, Bella se encontró con un lugar extraño y mágico. A pesar de la apariencia de la Bestia, Bella descubrió que era un ser inteligente y solitario.

Día tras día, Bella y la Bestia convivieron. La Bestia, sorprendido por la bondad de Bella, comenzó a cambiar. Aprendió a ser más amable y a valorar las cosas simples de la vida.

Bella, a su vez, descubrió que detrás de la apariencia de la Bestia se escondía un corazón noble. Con el tiempo, ambos se enamoraron profundamente.

Una noche, mientras bailaban juntos, Bella confesó su amor a la Bestia. En ese momento, se produjo un milagro: la Bestia se transformó en un apuesto príncipe.

Resultó que un malvado hechizo había convertido al príncipe en una bestia. Solo el amor verdadero podía romper el hechizo. Gracias a Bella, el príncipe pudo recuperar su forma humana y vivir feliz para siempre.

Post a Comment

Post a Comment (0)

Previous Post Next Post