La isla del tesoro

Nota: Esta es una versión adaptada del cuento original de La Isla del Tesoro, basado en la obra de Robert Louis Stevenson, pensada para una audiencia infantil.

Imagen inicial del cuento

Jim Hawkins vivía en una posada junto a su madre. Un día, un marinero misterioso llamado Billy Bones llegó y se quedó en la posada. Billy tenía una extraña caja que nunca dejaba a la vista, y siempre hablaba de sus enemigos y de un peligroso pirata llamado Flint. Un día, Billy enfermó y, antes de morir, le dio a Jim la caja y le pidió que la cuidara.

Curioso, Jim abrió la caja y encontró un mapa del tesoro. En el mapa, había una isla misteriosa con una gran cruz que marcaba el lugar donde estaba enterrado el tesoro. Jim sabía que debía contarle a alguien de confianza, así que fue a ver al doctor Livesey y al señor Trelawney, quienes se interesaron en la aventura.

Decidieron preparar un viaje para buscar el tesoro. Trelawney se encargó de encontrar un barco llamado Hispaniola y contrató a una tripulación. Jim estaba emocionado, aunque también un poco nervioso. Algo le decía que esa aventura sería peligrosa.

Imagen intercalada 1 del cuento

Cuando Jim llegó al puerto, conoció a la tripulación. Entre ellos estaba el cocinero, Long John Silver, un hombre amable, pero con una pierna de palo. A Jim le cayó bien de inmediato, aunque no imaginaba que Silver era más de lo que aparentaba. El capitán del barco, el Capitán Smollett, era un hombre serio y no confiaba del todo en la tripulación.

A medida que avanzaba el viaje, Jim escuchó a escondidas a algunos marineros hablar sobre el tesoro y se dio cuenta de que Silver y parte de la tripulación eran, en realidad, piratas que querían robar el mapa para quedarse con el tesoro. Asustado, Jim contó todo al doctor Livesey y al Capitán Smollett.

El capitán y sus amigos idearon un plan para proteger el mapa y evitar que los piratas se apoderaran del tesoro. Sabían que tendrían que actuar con mucha astucia para salir ilesos de esa situación.

Imagen intercalada 2 del cuento

Después de semanas de viaje, la tripulación avistó la isla desde lejos. Todos miraban con emoción y algunos, como Silver, con una mirada de codicia. El Capitán Smollett ordenó a la tripulación prepararse para desembarcar, pero decidió que solo unos pocos hombres bajarían primero.

Jim, curioso, decidió colarse en uno de los botes sin que nadie lo viera. Quería explorar la isla por su cuenta y tal vez encontrar alguna pista del tesoro antes que los piratas. Al llegar a tierra, corrió hacia la selva, escondiéndose de los marineros que bajaron con Silver.

En su exploración, Jim escuchó una voz que cantaba una canción de marineros. Siguiéndola, encontró a un hombre solitario y algo loco llamado Ben Gunn, quien había sido abandonado en la isla hacía años. Ben le contó a Jim que él también buscaba el tesoro y le ofreció su ayuda.

Imagen intercalada 3 del cuento

Mientras tanto, en el campamento, los piratas liderados por Silver se preparaban para traicionar al capitán y tomar el control del Hispaniola. Jim, escondido, escuchó sus planes y supo que debía volver al campamento para advertir al capitán y a sus amigos.

De regreso, Jim y el doctor Livesey idearon una estrategia: protegerían el mapa a toda costa y se defenderían de los piratas. Esa noche, ambos bandos dormían, aunque en silencio, todos se preparaban para una posible batalla al amanecer.

El día siguiente comenzó con un enfrentamiento. Silver exigió que entregaran el mapa, pero el Capitán Smollett se negó. La isla se convirtió en un campo de batalla, con el tesoro como el ansiado premio.

Ben Gunn reveló a Jim que había encontrado el tesoro antes y lo había escondido en una cueva secreta. Jim y sus amigos, siguiendo las instrucciones de Ben, fueron a la cueva y hallaron cofres llenos de monedas y joyas que brillaban con el sol.

Imagen intercalada 3 del cuento

Mientras tanto, los piratas buscaban en vano en el lugar marcado en el mapa. Al descubrir que el tesoro ya no estaba allí, Silver y su tripulación se enfurecieron y decidieron atacar al grupo de Jim.

Jim, Ben, el Capitán Smollett y el doctor Livesey se defendieron con valentía. Al final, los piratas fueron vencidos, y Silver, viendo que no tenía salida, decidió rendirse.

Imagen intercalada 3 del cuento

Después de asegurar el tesoro en el barco, el grupo de Jim zarpó de regreso a casa. Silver prometió portarse bien, y el doctor Livesey decidió darle una oportunidad y no encerrarlo. Durante el viaje de regreso, Silver aprovechó un descuido y escapó con algunas monedas.

Finalmente, Jim y sus amigos llegaron a su país sanos y salvos, y el tesoro fue repartido. Jim, aunque había vivido una gran aventura, decidió que nunca más quería saber de tesoros ni de piratas. Había aprendido que la avaricia podía llevar a la destrucción y que la verdadera riqueza estaba en la amistad y en su hogar seguro.

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