El mago de Oz

Nota: Esta es una versión adaptada del cuento original de El Mago de Oz, basado en la obra de L. Frank Baum, pensada para una audiencia infantil.

Imagen inicial del cuento

Dorothy vivía en una casa sencilla con su tía Em y su tío Henry, en el campo de Kansas. Un día, mientras estaba jugando con su perro Toto, un enorme tornado apareció en el cielo. Dorothy y Toto corrieron a esconderse en el sótano, pero antes de que pudieran llegar, el viento los levantó. La casa comenzó a girar rápidamente, y Dorothy se aferró a su perro, sintiendo mucho miedo. El viento rugía fuerte, y todo daba vueltas a su alrededor. Fue un viaje largo, y al final, cuando la casa finalmente se detuvo, Dorothy se desmayó.

Imagen intercalada 1 del cuento

Cuando despertó, descubrió que la casa había aterrizado suavemente en un lugar completamente diferente. Al salir, se dio cuenta de que no estaba en Kansas. Frente a ella, había un paisaje lleno de flores de colores brillantes, árboles frutales y criaturas extrañas que nunca había visto. La casa había aterrizado sobre la malvada bruja del Este, quien había sido aplastada por la casa. Dorothy se sintió sorprendida pero también aliviada. Un par de zapatos plateados brillaron en los pies de la bruja, y Dorothy, sin saberlo, se había quedado con ellos.

En ese momento, una figura amable apareció: la buena bruja del Norte. Ella le explicó que Dorothy había llegado a la tierra de Oz y que, aunque su hogar estaba lejos, la única forma de regresar era encontrando al Mago de Oz en la Ciudad Esmeralda. La buena bruja le dio a Dorothy un beso en la frente y la guió para que comenzara su viaje. Antes de partir, la bruja le dio un consejo: "Sigue el camino amarillo, y estarás más cerca de tu destino."

Imagen intercalada 2 del cuento

Dorothy, con Toto a su lado y los zapatos plateados brillando en sus pies, comenzó su largo viaje por el camino amarillo. El camino estaba rodeado de campos y montañas, pero no había nada que la asustara. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que iba a necesitar compañía para su travesía. Mientras caminaba por el sendero, escuchó un crujido a lo lejos. Al acercarse, vio un espantapájaros parado en un campo de maíz.

El espantapájaros parecía estar atrapado en un poste de madera. Dorothy, con su amabilidad, le preguntó si necesitaba ayuda. "¡Sí, por favor!" exclamó el espantapájaros. "Hace días que estoy aquí, y nadie me ha rescatado." Dorothy, con cuidado, lo liberó de su prisión. El espantapájaros se estiró y se movió felizmente. Sin embargo, al comenzar a hablar, le explicó que su mayor deseo era tener un cerebro, porque no podía pensar ni tomar decisiones. "¡Oh, cuánto me gustaría tener un cerebro para poder ser más sabio!", dijo con tristeza.

Dorothy, con su gran corazón, le ofreció acompañarla a la Ciudad Esmeralda, donde el Mago de Oz podría ayudarlo. El espantapájaros aceptó encantado, y los dos continuaron su viaje. Mientras caminaban, comenzaron a soñar con todo lo que el Mago podría hacer por ellos.

Imagen intercalada 3 del cuento

El camino amarillo los condujo a un espeso bosque. Mientras cruzaban entre los árboles, Dorothy y el espantapájaros escucharon un sonido metálico, como un "clink-clink" que provenía de un rincón del bosque. Al acercarse, vieron a un hombre completamente de metal, cubierto de óxido, de pie sin poder moverse.

"¿Quién eres?" preguntó Dorothy con curiosidad. El hombre de hojalata, al escuchar la voz de Dorothy, se sintió aliviado. "Soy un leñador", explicó. "Pero hace mucho tiempo, un hechizo me convirtió en un hombre de metal. Ahora no puedo moverme, y no tengo corazón". Con el tiempo, él había perdido su humanidad y su capacidad de sentir. Desde entonces, deseaba tener un corazón para poder ser feliz y amar.

Con la ayuda de Dorothy y el espantapájaros, el hombre de hojalata fue liberado de su postura rígida. El espantapájaros, emocionado, le dijo que podrían ir juntos al Mago de Oz. "El Mago puede darnos lo que necesitamos. A ti un corazón, a mí un cerebro, y a Dorothy un camino de regreso a casa", explicó. El hombre de hojalata, agradecido, aceptó unirse a ellos. Ahora, su grupo de amigos había crecido: Dorothy, Toto, el espantapájaros y el hombre de hojalata.

Imagen intercalada 3 del cuento

El sol brillaba cuando el grupo avanzaba por el camino amarillo. Pero de repente, un rugido feroz hizo que Dorothy y sus amigos se detuvieran. Un gran león apareció frente a ellos, con una melena dorada y una gran mandíbula. Pero algo era extraño. Aunque su aspecto era feroz, el león no se veía como un verdadero rey de los animales. En lugar de rugir con fuerza, el león comenzó a llorar.

"¿Qué te pasa?" le preguntó Dorothy. El león, entre sollozos, explicó que a pesar de su apariencia, era el animal más cobarde del mundo. Le tenía miedo a todo: a las tormentas, a los ratones, a otros animales. Sentía que nunca podría ser el rey de los animales, ya que carecía de valentía.

El espantapájaros, el hombre de hojalata y Dorothy lo miraron con simpatía. "Tal vez el Mago de Oz pueda ayudarte", sugirió Dorothy. "Podemos ir todos juntos y pedirle que te dé valentía". El león, emocionado por la idea, aceptó unirse a ellos en su aventura, con la esperanza de que el Mago pudiera ayudarlo.

Imagen intercalada 3 del cuento

Finalmente, después de muchos días de viaje, los cuatro amigos llegaron a la brillante Ciudad Esmeralda. Las casas eran verdes, las calles estaban hechas de piedras verdes y los habitantes usaban gafas de color verde. Todo parecía mágico, pero aún quedaba un gran misterio: el Mago de Oz. Fue el guardia de la ciudad quien los condujo al palacio del Mago, donde les aseguró que podrían encontrar lo que buscaban.

El Mago de Oz, cuando por fin apareció, resultó ser un hombre mayor, con barba blanca y una capa brillante. Sin embargo, no parecía tan mágico como todos pensaban. Estaba rodeado de humo y luces, pero pronto los amigos se dieron cuenta de que el Mago no tenía poderes especiales. A pesar de ser un hombre común, les dijo que podrían tener lo que deseaban si completaban una misión difícil: derrotar a la malvada bruja del Oeste. Aunque los amigos estaban confundidos, aceptaron el desafío con valentía.

Imagen intercalada 3 del cuento

Con el Mago de Oz prometiendo cumplir sus deseos si derrotaban a la bruja, Dorothy y sus amigos comenzaron su nueva misión. Sabían que la bruja del Oeste era muy poderosa, pero estaban decididos a cumplir su tarea. La bruja, al enterarse de la presencia de los viajeros, mandó a sus monos voladores para detenerlos. Los monos atacaron con fuerza, pero el león luchó con valentía, el espantapájaros usó su ingenio para distraerlos, y el hombre de hojalata fue imparable gracias a su fuerza metálica.

Finalmente, cuando llegaron a la guarida de la bruja, Dorothy usó los zapatos mágicos de la bruja del Este para derrotarla. Con un solo movimiento, la malvada bruja se derrumbó, y sus poderes se desvanecieron. Los cuatro amigos celebraron su victoria, y se dieron cuenta de que habían sido más valientes de lo que pensaban.

Imagen intercalada 3 del cuento

Al regresar a la Ciudad Esmeralda, Dorothy y sus amigos fueron recibidos con gran alegría. El Mago de Oz cumplió su promesa: le dio un cerebro al espantapájaros, un corazón al hombre de hojalata, y valentía al león. A Dorothy, le dijo que podía regresar a Kansas con un solo deseo.

Dorothy se puso los zapatos mágicos y, con un fuerte pensamiento, deseó regresar a su hogar. Al hacer clic con los talones de sus zapatos, Dorothy fue transportada de vuelta a Kansas, justo donde había comenzado su aventura. Al abrir los ojos, vio a su tía Em y su tío Henry esperándola con los brazos abiertos. "¡Dorothy, has vuelto!" exclamaron.

Aunque la tierra de Oz había sido maravillosa, Dorothy se dio cuenta de que su hogar en Kansas era el lugar donde realmente pertenecía.

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